Un nuevo modo de razonar sobre lo que sucede cuando una extremidad
robótica hace contacto con un objeto podría guiar a los científicos
hacia sistemas de control robótico más eficientes y fiables.
Cuando
un robot mueve una de sus extremidades a través de un espacio libre de
obstáculos, su comportamiento se describe bien mediante algunas
ecuaciones sencillas. Pero en cuanto hace contacto con algo sólido, como
sucede cuando el pie de un robot con capacidad de caminar toca el
suelo, o cuando la mano de un robot con capacidad prensil toca un
objeto, esas ecuaciones dejan de funcionar. Los robotistas suelen usar
estrategias de control específicas para cada situación, y luego regresan
a sus rigurosos modelos matemáticos cuando el robot comienza nuevamente
a mover sus extremidades por un espacio libre.
Unos
investigadores en el Laboratorio de Ciencias de la Computación e
Inteligencia Artificial, dependiente del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, esperan cambiar eso,
gracias a un nuevo marco matemático que unifica el análisis tanto del
movimiento a través de un espacio libre de obstáculos como del contacto
con objetos sólidos.